Una vez más vuelvo a mi refugio. Qué bien me hace volver por aquí de vez en cuando y pararme a reflexionar, a pensar, a expresar cómo me siento en cada uno de los momentos importantes de mi vida.
Hace mucho que la verdad, no sé quién soy. Trato de encontrarme, de crecer, de saber qué quiero, qué siento, qué pienso. Y no, nunca soy capaz de acertar con mi pronóstico. Como si alguien con 21 (casi 22) años fuera capaz de entender el mundo. No te esfuerces, querida.
Y ahora trato de sentirme en paz, pero siempre hay alguna piedra en el camino. ¿Cuándo aprenderé a quererme? ¿Cuándo aprenderé a aceptarme? Seguramente, cuando comprenda que para que me quieran, primero tengo que quererme a mi misma, y que mi felicidad no puede depender de nadie más que de mi.
Ojalá lo entienda, ojalá deje de buscar algo que simplemente, llega.
Aplícate el cuento bonita. Labios rojos, rizos en el pelo, y a vivir la vida, que son dos días.
Hace mucho que la verdad, no sé quién soy. Trato de encontrarme, de crecer, de saber qué quiero, qué siento, qué pienso. Y no, nunca soy capaz de acertar con mi pronóstico. Como si alguien con 21 (casi 22) años fuera capaz de entender el mundo. No te esfuerces, querida.
Y ahora trato de sentirme en paz, pero siempre hay alguna piedra en el camino. ¿Cuándo aprenderé a quererme? ¿Cuándo aprenderé a aceptarme? Seguramente, cuando comprenda que para que me quieran, primero tengo que quererme a mi misma, y que mi felicidad no puede depender de nadie más que de mi.
Ojalá lo entienda, ojalá deje de buscar algo que simplemente, llega.
Aplícate el cuento bonita. Labios rojos, rizos en el pelo, y a vivir la vida, que son dos días.